Investigación de Daniela Núñez Romero caracterizó y analizó la Berberis Darwinni en un modelo murino buscado entender las interacciones de los posibles alcaloides.

El Michay o Berberis Darwinii es una planta nativa que se puede encontrar en abundancia en el sur de Chile. Por su color amarillo intenso, se suele usar como planta ornamental y tiene una baya que es comestible. La cultura mapuche la utiliza como una planta medicinal, por sus múltiples propiedades.

Caracterizar el Michay y conocer sus componentes químicos para poder analizar como un posible antinflamatorio, fue parte de los objetivos de la investigación realizada por Daniela Núñez Romero y con la cual obtuvo el grado de Doctor en Ciencias mención Biología Celular y Molecular Aplicada de la Universidad de La Frontera.

“Buscamos caracterizar y estudiar esta planta nativa chilena para analizarla como posible antinflamatorio con un modelo de inflamación murina y poder entender como los posibles alcaloides interactúan con este modelo”, explica la Dra. Núñez.

La investigación se denominó “Estudios del efecto de alcaloides aislados de Berberis Darwinii sobre respuestas celulares mediadas por la vía d transducción TLR4/NF-kB en fagocitos murinos” y fue realizado en los Laboratorios de Biomoléculas e Inmunidad del Departamento de Ciencias Básicas y Laboratorio de Química de Suelos de la UFRO, bajo la dirección de los Doctores Marysol Alvear y Marco Paredes.

“Se logró identificar nueve alcaloides berberinicos. Se determinó que tiene cierta modulación sobre el sistema inmunológico, entonces sí tendría una capacidad antinflamatoria, pero en este caso, de forma selectiva. Lo que se proyecta es escalar a modelos en vivo”, explica la Dra. Núñez.

Durante el desarrollo de su tesis doctoral, la Dra. Núñez realizó 3 publicaciones ISI, 3 publicaciones SciELO y 2 manuscritos en preparación. Además, realizó 3 presentaciones en congresos internacionales y 9 presentaciones en congresos nacionales.

De profesión Médico Veterinario de la Universidad Católica de Temuco, ingresó al Doctorado el primer semestre de 2012.

“Valoro las herramientas que uno va adquiriendo sin darse cuenta. Desde el comienzo del Doctorado hasta ahora, uno puede ver de forma crítica una problemática y poder tratar de darle una solución con una respuesta viable. Creo que esa maduración la da el proceso de Doctorado. Destaco la parte aplicada, ya que es importante que el conocimiento no se quede en los libros, sino que se pueda llevar a lo práctico”, agrega Daniela Núñez.